Identificación con la forma

tres versiones de gavilander tocando la armonica a lo largo del tiempo



Esta historia es un viaje en el tiempo desde mi infancia hasta el presente persiguiendo lo que en un principio consideraba el físico ideal influenciado por la sociedad, los medios y más que todo mi entorno y el bullying.


Empecemos con el joven yo de 12 años cursando el último año de primaria (educación básica) justo antes de entrar en secundaria, era un nuevo ambiente, nuevo colegio un recién llegado en 6to grado, OK vamos a enfocarnos en bullying especifico y el entorno escolar en el que este tenía lugar, efectivamente todo ocurría durante el deporte donde dividían los equipos de futbol en SIN CAMISA vs. CON CAMISA, jugábamos futbol en potreros sin grama, sobre arena, pero detente, si eres del selecto grupo que conoce la identidad de gavilander  pues debes saber que en ese entonces mis habilidades en ese deporte no habían emergido aun, en fin, mi físico en ese entonces era el de un niño que vivía sin mayor preocupación por su aspecto. Mi desempeño en el futbol era terrible y al parecer siempre terminaba en el equipo "topless" (sin camisa), nadie me quería en el equipo y al perder la culpa caía sobre mí y muchos ofendían burlándose de mi cuerpo que si bien no era obeso redondo era algo como un niño alto con algo de grasa en la cintura y una pequeña pancita y los hijos de puta parecía que venían de un planeta donde solo existían o los muy gordos redondos, los flacos flacos o los malditos niños de 12 años con six packs (que si existían) porque se referían a mi cuerpo como una aberración o algo así. Entonces recibía comentarios por parte de los gordos, los flacos y los mameis de 12 años y la guinda del pastel: el hijo de la gran puta del profesor de deporte que nos dio la segunda mitad del curso (el primero, su hermano era un tipo decente), en fin, luego de una de las partidas en las que el equipo topless perdió por mi culpa el tipo me dice luego en un pasillo: “- tienes barriga y esa se baja corriendo” digo yo era un niño de 12 y era la clase de deporte o gimnasia como lo llaman en otros lugares, no es como que estaba en el equipo regional o un entorno donde se me deba exigir más profesionalmente.


Obviamente en ese entonces todavía podía golpear a los flacos y casi todos los gorditos, para ser sinceros en ese salón solo habían tres tipos capaces de anularme peleando uno a uno, incluso los niños con six packs se llevaban sus golpes en el rostro pues a esa edad estar definido es una cuestión de ausencia de grasa corporal, bien saltémonos los episodios donde gané varias peleas y vamos al día en que decidí pelearme con uno de los top 3 y el chico me impacta en el esternón de un golpe, sentí como se separaban las costillas del hueso, aun así seguí en pie esperando una abertura que nunca llegó en verdad dolía respirar en esa condición, nunca le conté a mis padres, jamás fui a un médico, por suerte era cerca de las vacaciones de verano reposé y se sano con el tiempo. A partir de allí ya no era entrenar para verme como ellos decían sino también tener la fuerza necesaria.


De esa manera se sembró la vigorexia como meta en mi joven mente, sin siquiera saber que yo era un ectomorfo me dediqué a entrenar con una pesa pero mi mediocre e ineficiente rutina en ese entonces y una dieta más balanceada que lo hyperproteica que requería mi caso  terminaría decepcionándome a largo plazo, en un principio si parecía pero hay cierto gen en una de las ramas de mi familia donde los chicos de niños parece que seremos endomorfos o mesomorfospero con el desarrollo nos estiramos y allí cambiamos a nuestra verdadera forma de ectomorfos.


Luego vino una motivación adicional para esta meta durante mis dos últimos años de secundaria y era la ambición llegar a la “forma deseada” porque esa sería según mi entender la clave para tener chicas, lo cual era cierto sobre todo en esa etapa donde ellas buscan a el alfa con el liderazgo y el físico, como sea aumente mi régimen de entrenamiento pero los resultados no serían visibles por los motivos antes mencionados. 

Ya en la universidad viviendo solo podía gestionar mi alimentación y diseñar mi dieta y allí si logré cambios los cuales nunca aprecié en su momento pues siempre estaba viendo a quienes me superaban, en un momento aprecié mi mejor estado físico luego de perderlo cuando se me fue la mano con mi relación entrenamiento-alimentación  y llegué incluso a engordar cosa que parecía imposible para mí.


Mi gran error al estar "obeso" fue el tomar medidas sin saber que la crisis en mi país Venezuela me haría perder peso masivamente sin poder hacer nada para evitarlo, es decir, debí haber dejado que el yo del 2011 se disolviera naturalmente porque el de 2014 disminuyó intencionalmente su porcentaje de grasa corporal con respecto al de 2011, quizás el de 2011 sometido a la crisis y disolviéndose naturalmente hubiese generado un resultado distinto al 2016 – 2018 con  falta de dinero, escases de alimentos a estas alturas ya deben conocer la historia.


Ahora el impacto de perder tu físico y como estamos atados a él, nuestra imagen sobre todo cuando estás a gusto con ella, sobre todo cuando eres un ectomorfo y te cuesta tanto subir un maldito gramo en la forma en que lo hice, lento, natural y sin suplementos ni esteroides, y sé que para un vigorexico el verme satisfecho con la forma física de mi versión de 2014 o 2011 es algo inconcebible y de risa pero deseche ese camino (la vigorexia) porque me hacía lento en verdad, de cualquier forma logré una aceptación y justo allí es destino me quita esa forma física. Ver a otro tipo en el espejo y acostumbrarte a que ese eres tú ahora, el modo en que hiere tu orgullo el tener que descansar luego de una cuadra cargando 2 bombonas de gas vacías porque no tienes la misma fuerza de antes y orgullo y ego en los dos sentidos, identificado con la forma y con tu antigua posición económica.


Puedo culpar al gobierno pero también me culpo a mí por no estar listo y no escapar a tiempo como hicieron otros. Al final solo tengo a el Ahora y lo que puedo hacer por mí para solventar está catástrofe y finalmente Entender que el que está en el Espejo no soy yo, solamente es mi reflejo. Por supuesto sigo luchando por solventar y darle la vuelta a esa situación y ya en 2019 quizás luzca distinto pero es algo que quería compartir como evidencia del tipo de venezolano que soy y lo que he padecido.


Hasta otra como siempre desde el espectro
  
Edit: Cuando me refería a vigorexia estaba equivocado en parte porque en verdad quería decir que perseguía como meta lo que llamamos la forma física de un "gorila" extremadamente musculoso pero, también tenía razón pues al subir de peso e incrementar mi masa magra yo en verdad no lo apreciaba, siempre me veía a mi mismo más debil que es lo que en verdad es la vigorexia como tratorno psicologico. En fin este es un post bastante bizarro de auge y caida de mi estado físico o forma física. 

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